Ni el peor de los días tiene más de veinticuatro horas.

martes, 21 de septiembre de 2010

De pronto pareció como si en el andén solo quedáramos aquel hombre y yo, mirándonos a los ojos. Fue un momento inútil, estúpido, que hasta a una mujer como yo le pareció maravilloso. 

Quizás eso no lo has pensado nunca, pero todos los momentos maravillosos son inútiles.

 

1 comentario:

Madrilenials dijo...

¡Mentira! Son increíbles.

P.