De pronto pareció como si en el andén solo quedáramos aquel hombre y yo, mirándonos a los ojos. Fue un momento inútil, estúpido, que hasta a una mujer como yo le pareció maravilloso.
Quizás eso no lo has pensado nunca, pero todos los momentos maravillosos son inútiles.
1 comentario:
¡Mentira! Son increíbles.
P.
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