Ni el peor de los días tiene más de veinticuatro horas.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Fue el último del año.

Durante todo este tiempo los he odiado, maldecido, aborrecido, detestado y también los he despreciado. Ha sido el año que más me han desesperado. Consiguieron hacerme llorar infinidad de veces. Creí que no se terminarían nunca. Que iban a conseguir hundirme. Que iban a condicionar mi futuro. Pero no, les vencí, los supere y fui yo misma quien decidió y no un maldito numero.


Hasta el próximo año, exámenes. 

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