Ni el peor de los días tiene más de veinticuatro horas.

martes, 11 de enero de 2011

Como me jode que sean las dos de la mañana y que esté aquí, desvelada como un puto búho pensando en tus maneras, en tu sonrisa, en la forma en que me miras e incluso, en la forma en que me ignoras, en la forma en que hago que te ignoro, ¿Somos tontos o que?

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