Ni el peor de los días tiene más de veinticuatro horas.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Lo cierto es que, desde que lo conocí a él, me fijo en las sonrisas de otros hombres. 
Pero ninguna como la suya, os lo aseguro.

Y tú, con tu sonrisa eterna.

No hay comentarios: