Ni el peor de los días tiene más de veinticuatro horas.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Éramos uno.

Lo veo ahí. Colgado en el corcho. El mismo corcho que ahora está lleno de emociones perdidas, de nostalgia y, a veces, también de melancolía. Es una de las muchas cosas que me recuerdan que algún día fuimos una piña. Nos lo pasábamos muy bien. Compartíamos ilusiones y sueños. Como si juntos, fuéramos solo uno. Éramos felices. Ahora somos... otra cosa.

1 comentario:

SarahConH!! dijo...

Los recuerdos tan lindos.. y dolorosos :C