Ni el peor de los días tiene más de veinticuatro horas.

domingo, 23 de enero de 2011

¿Sabes que me apetece? Me apetece estar en una playa de aquí, del norte. Una noche de enero como la de hoy. La playa llena de gente. Hace un montón de frío pero yo estoy bien, apenas lo noto. Una fiesta. Todos vestidos de blanco. ¡Me encanta! Yo llevo un vestido palabra de honor, con vuelo y un moño como cuando me acabo de despertar, pero aun así estoy guapísima. Me tumbo en la arena congelada. De repente se acerca un chico. No lo había visto nunca, y joder, ¡que guapo es! Tiene el pelo castaño ondulado y alborotado, como si el también se acabara de despertar. Ojos marrones. Lleva unos vaqueros y una sudadera verde. Viene descalzo, caminando por la arena. Y permanezco allí tumbada observando cada detalle, mientras el viento frío retira el pelo de mi cara, permitiendo que me fije incluso en la forma en que camina.
Y me da igual todo. Me da igual si comienza a amanecer, si mi móvil no para de sonar por que mi madre está histérica esperándome en casa, o si no para de llegar gente.. Me da completamente igual porque yo así estoy bien.

2 comentarios:

Debbie. dijo...

Hermoso <3
Quisiera vivir eso <3
Te sigo.
xox!

Estoicolgado dijo...

exageradamente dulce