Ni el peor de los días tiene más de veinticuatro horas.

martes, 4 de mayo de 2010

-¿Sabes? Me estas poniendo de mal humor...
-No te preocupes, que ya no te molesto mas._se dio media vuelta_
- Boh, pero no te vayas que yo quiero hablar contigo...
-Ahàà, ¡pues hablemos entonces! _ Ahora la ofendida era Nicole_
- ¿De que quieres hablar?
_ Ella miró indignada sus ojos azules._
-Pues nose...ya deberías tener asumido que soy una sosa.
-Así no vas bien para conseguir chicos _Darío intenta calmarla, cambiando de tema_
- La verdad, pretendo que me consigan ellos a mi..
-Nadie quiere conseguir a una mujer sin tema de conversación, ¡creeme!
-¡Habla la voz de la experiencia!_vacila ella_ El mito es que los hombres odian que las mujeres hablen demasiado...
- ¡ah claro!_exclamo Darío_ ¿y a quien le gusta ir por la calle en silencio? En realidad  los hombres no quieren que habléis cuando quieren que tengáis la lengua en otro sitio ¡que es diferente!_ Darío se echo a reir_
- ¡No podrías ser más claro!
- Es mi teoría. Pero yo no busco eso ¡eh!
-No no. Tu buscas conversación.._Dijo ella dominando la ironía_
-La comunicación es lo más importante.Pero no es lo único..
-Ya era demasiada ternura para un chico como tu ¿no?
-¿quien ha dicho que se haya acabado la ternura?
_Ella lo miro desconcertada_
-Dime. ¿Para ti, donde hay ternura?
_Se quedó callada durante unos segundos y respondió_ mm..En los pequeños detalles aveces sobran las palabras.
_Darío la miró fijamente_ Bonita respuesta, no me la esperaba...
-Todavía consigo sorprenderte  [...]



                                                                                                                                                           [ Tengo ganas de ti ]
        

3 comentarios:

Hollie Deschanel dijo...

Seguro que le sorprenderá incluso después de sesenta años casados :)

Te enlazo a mi nuevo blog, bonita ^^

Mercedes-Benz dijo...

si es que hay cosas que nunca sabremos...me ha gustado mucho tu blog...te sigo!un beso!

Flieger dijo...

seguro que siempre acaba sorprendiendole de nuevo.